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“Todas las religiones enseñan lo mismo”
“Es arrogante decir que hay una sola verdad” ... “Cada quien puede decidir lo quiera creer” ... “Nadie puede decir que su verdad es la única.” Uno de los problemas más comúnes a la presentación de la verdad es esta: su exclusividad. Otra forma de describir el dilema es con la palabra “tolerancia.”
¿Cuanto te interesa la religión? En nuestros dias la actitud hacia la religión ha cambiado.
Ya no se ve que todas las familias asistan a la iglesia cada fin de semana. Ahora se habla de “una tia religiosa,” ... “mi abuela es muy devota,” ... o incluso, “tengo una prima que lee la Biblia.”
Al parecer la religión es para los más dedicados, para los demás es una tradición y para una gran mayoría es algo innecesario.
Arthur Stace, conocido también como “Sr. Eternidad”, era una leyenda en Sídney, Australia. Fue salvo después de una predicación del Evangelio en agosto, 1930 clamando a Dios: “Sé propicio a mí, pecador” (Lucas 18.13). El poder de la salvación le libró de su alcoholismo…
Casi cada vez que sales de tu casa puedes ver una Cruz. Cuando vas al súper, o incluso a cenar los fines de semana, se ve una, quizás varias, imágenes de Jesús. A veces sano y con cabello largo, a veces sangriento y muerto. Lo conoces de vista, escuchas su nombre en bromas, historias, aún en las películas, pero realmente ¿quien era? y ¿de qué se trató su vida? …
Hay una cierta incomodidad entendible con el tema del pecado. Parte del problema es el mal uso de la palabra. No es la intención de Dios usar la palabra para insultar a una persona sino para llamar su atención a algo mucho más profundo. En la Biblia no se usa para dividir la gente religiosa de los demás “pecadores.” De hecho, en la Biblia vemos varios ejemplos de personas religiosas que son puestos en la misma categoria que un adúltero, ladrón, asesino, etc (Juan 3-4.42). La verdad es que ninguna persona puede evitar el título de “pecador ...”
¿Estás buscando una mejor vida? Puede ser que lo encontrarás. Puede ser que no. El dinero viene y el dinero va. Pero tu alma es eterna. Dice la Biblia: “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” Ni el trabajo, ni una casa, ni un carro, ni un plato de comida es seguro. Pero Dios sí ha prometido la vida eterna para todos los que creen …”